miércoles, 21 de octubre de 2015

Animales y plantas al poder de la adaptación

La adaptación corresponde a cualquier característica del desarrollo, comportamiento, morfología o fisiología que surge en un ambiente determinado como resultado de la selección natural, y que mejora su oportunidad para sobrevivir y dejar descendencia fértil (en inglés, se le denomina Fitness).
Una característica es adaptativa cuando, comparada con por lo menos alguna otra característica alternativa, incrementa la supervivencia y eficacia de la reproducción.

Tanto en la flora como fauna alrededor del mundo, encontramos distintas adaptaciones que permiten al individuo desarrollar de manera óptima su ciclo de vida. Específicamente en Chile, un país con clima mediterráneo y con un alto grado de endemismo en su biodiversidad, se encuentran diversos ejemplos de adaptaciones tanto en la flora como fauna presente.

Por el lado de la flora de zona central (con un característico clima mediterráneo), esta en general presenta adaptaciones vegetales para evitar la pérdida de agua por evaporación expresadas en filomas perennes de menor tamaño (evita la sobreexposición al calor), como el caso del Litre (Lithraea caustica). (Ver imagen 1)

Imagen 1: Hojas de Lithraea caustica.

Fuente: Museo Flora chilena, 2014.

En regiones áridas, como el norte de nuestro país, una adaptación vegetal típica que posee la flora es la presencia de cladodios, filoclados y filodios, tipos de tallos modificados que reemplazan la función de la hoja y ayudan al individuo a conservar la mayor cantidad de agua posible cuando el recurso es escaso en su entorno. Otra modificación son las espinas, las cuales son hojas modificadas que ayudan a reducir la pérdida de agua. El Quisco (Echinopsis chiloensis), una especie endémica de Chile, presenta este tipo de hoja modificada. (Ver imagen 2)

Imagen 2: Espinas de Echinopsis chiloensis.

Fuente: Milodon, 2013.

Respecto a las adaptaciones animales que presenta la fauna chilena, enfocadas en la reducción de pérdida de calor, con la presencia de pelaje y la generación de una capa de grasa subcutánea que se acumula en lo llamado panículo adiposo.

Bibliografía: 
Smith, R.L., and Smith T.M. 2001. Ecología. En: 69-81. Traducción de Francesc Mezquita y Eduardo Aparici. Addison Wesley (Pearson Educación S. A.), Talleres Gráficos Peñalara S. A., Madrid, España. 4ª Edición.

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